Nada pasa desapercibido, ni siquiera el aro de madera que está a su derecha. Llevo días acompañándola y observando su práctica con el volteo y sospecho que es consciente de que, para poder alcanzar el aro, es posible que le baste con el impulso de su propio cuerpo, o que quizás necesite usar el mueble que tiene detrás para lograr la fuerza necesaria.
No ha sido necesario apoyarse en el mueble y ha logrado voltear hasta agarrar el aro con las dos manos tocándolo con un pie, como si quisiera asegurarse de que no se le escape.
Una vez bien sujeto el aro, Eider lo observa de medio lado y lo alterna de mano a mano, primero con la izquierda y luego con la derecha, y el pie, que utilizaba para afianzar la sujeción del aro, ahora es libre y se apoya y estira en el suelo alternándose con el otro pie, en lo que me recuerda a una danza acompasada.
Mientras mis ojos se deleitaban con ese baile de pies, Eider ha regresado a su postura inicial, boca arriba, como si necesitara el mayor apoyo posible, porque ha sido desde ahí donde siento que ha empezado el verdadero juego.
Esa posición le permite liberar las dos manos para explorar y descubrir todas las posibilidades que le ofrece el aro, y he podido observar que no son pocas. Parece que le interesa el tacto de la madera en su piel, lo agarra con fuerza y lo envuelve con la palma de la mano primero, para rozarlo suavemente con un dedo después.
Tras sentir la madera en sus dedos, vuelve a agarrar el aro con fuerza y empieza a agitarlo, de un lado a otro y de arriba abajo, poniendo el interés en el aire que queda atrapado en el interior del aro, como si quisiera probar su sonido.
Se detiene, vuelve a agarrarlo con las dos manos y sonríe.
«Cuando se le permite experimentar con un objeto e intentar todas las acciones diferentes que puede hacer con él, el niño y la niña descubre sus propiedades. Encuentra que el mundo tiene sentido y también se da cuenta de que es capaz de entenderlo.» Éva Kálló
Enara Txamorro, Escuela Infantil Goiz Eder Haur Eskola, Pamplona-Iruñea.
Bibliografía
Kálló, É., y G. Balog (2013). Los orígenes del juego libre. Budapest: Magyarországi Pikler-Lóczy Társaság.