Cuando hablamos de espacios en educación infantil, hablamos de lugares de vida, donde continuamente se generan aprendizajes. Espacios pensados y planificados, con una intencionalidad clara. Los espacios exteriores, son lugares pensados para el disfrute del entorno natural y un entorno propicio para el aprendizaje y el juego en las edades de 0-6 años. Son espacios donde las posibilidades de juego han de ser ricas y variadas, pensados y dotados para actuar en ellos, convertidos en un elemento que favorezca aprendizajes significativos, que garanticen un desarrollo psicomotor sano y equilibrado, que prolonguen el aula hacia el exterior, como un ambiente más de la misma, al aire libre, en el que la naturaleza y sus elementos están presentes, como espacios que ofrecen infinitas posibilidades.