Mercedes Montes
Un papel que inicia, un papel como punto de partida y la educación como la posibilidad de escritura de una carta para navegar atravesando el mundo y la cultura.
Patricia Redondo
Introducción
Como profesional de la educación y en mi rol de directora de un establecimiento educativo creado recientemente (JI 952 Lomas de Zamora), les quiero compartir mi experiencia en este proceso fundacional del primer edificio educativo en un barrio que era llamado “El barrio sin escuelas”. Desde mi mirada considero que la creación de un jardín de infantes, nos invita a repensar el rol del estado en las políticas educativas que permiten incluir e inscribir a niños y niñas en procesos de alfabetización cultural. Si bien, el sistema educativo tiene como función la construcción y reproducción de saberes en la formación de sujetos sociales, cabe preguntarnos acerca de los supuestos ideológicos que le dan sentido a la política educativa y que se ve reflejada en las acciones y en la toma de decisiones. Estas decisiones pueden transformar realidades y cambiar destinos, porque la creación de un jardín de infantes estatal en un barrio humilde de migrantes, inscribe el lazo filiatorio del estado con la comunidad y con la palabra igualdad, que en abstracto no dice nada pero sabemos que significa muchas cosas, entre ellas un punto de partida para transformar y transformarse.
La diversidad como punto de partida para construir lo común desde las diferencias que nos habitan
Abrir las puertas de una institución escolar es abrir las puertas a un nuevo mundo, para alojar lo diverso y enriquecernos con las experiencia y aprendizajes de cada ser que habita la escuela. Es decir que somos comunidad porque existen miradas, hábitos y experiencias comunes que le dan sentido a la experiencia educativa, en palabras de Sandra Nicastro “Lo singular de la escuela está en que inviste un tipo de deseo que pocas instituciones reconocen con tanta fuerza como ella: el deseo de construir lo común a partir de las infinitas diferencias que nos constituyen” (Nicastro 2012 P.17). En esta construcción de lo común desde la primera infancia cobra una relevancia fundamental la inauguración de jardines de infantes como primer eslabón que inicia las trayectorias educativas que incluyen a niños y niñas en procesos de alfabetización y ampliación de miradas en el plano social, cultural y epistémico.
Podemos inferir una relación entre trayectoria y camino como palabras necesarias que nos recuerdan que el camino se hace al andar y ahí aparece el caminante dejando su huella. Por lo tanto la trayectoria educativa es una trayectoria en movimiento, a través de la cual se construyen subjetividades.
La educación es un asunto de estado
La ley nacional de educación 26.206 y la ley provincial de educación 13.688 contemplan el derecho a la educación para todos los habitantes del suelo argentino, por lo tanto la demanda de conocimiento es un derecho de toda la población con independencia de la posición en el espacio social. La pregunta que resuena es si hay derecho sin estado y sabemos que el posicionamiento ideológico que se pone en juego será clave para generar políticas de inclusión o de exclusión.
Tenti Fanfani va a decir que para lograr el derecho al conocimiento de toda la población el Estado debe hacerse responsable de proveer a todos las mejores oportunidades de aprendizaje garantizando conocimiento relevante. “Sabemos que la lógica del mercado lleva a la competencia, la desigualdad y la distinción y la lógica del derecho lleva el conocimiento como asunto de estado, como responsabilidad y obligación colectiva que busca la construcción de una sociedad menos desigual y más justa” (T.Fanfani, 2021, P.44)
Por lo tanto, el rol del Estado quien tiene como principio la organización del consenso en una sociedad, debe intervenir para equilibrar desigualdades en clave de derechos, ese es el compromiso que debe asumir cualquier país que quiera construir colectivamente una sociedad más justa y una ciudadanía cada vez más democrática. Considero y creo, porque creer es una obligación que mantiene viva la esperanza, en una Educación que pueda alojar a todos y todas, donde se pueda enseñar y aprender construyendo relaciones de igualdad, de confianza, de solidaridad, de libertad y de justicia.
Construir identidad desde una perspectiva intercultural
En el barrio nueva Esperanza De Lomas De Zamora se alojaron comunidades migrantes que han venido en busca de sueños y que nos enriquecen con sus saberes y con su cultura, así es que la construcción de identidad es social y es histórica y pone en valor el reconocimiento de las múltiples posiciones identitarias en todo el territorio argentino. Es asi que esta construcción de identidad se sostiene en la defensa de los derechos humanos y debe ser la esencia del proceso educativo que convoque a construir identidad con el eje que nos proporciona el pensamiento nacional y latinoamericano.
La perspectiva intercultural requiere poner en valor las diferencias, tributos inherentes de nuestras sociedades, permitiendo que los niños, las niñas y sus familias puedan construir un vínculo sólido basado en el reconocimiento y el respeto por la singularidad de las distintas experiencias culturales que formarán parte de toda la trayectoria escolar de los estudiantes. Este modo de transversalizar la ensenanaza desde la interculturalidad presentan un mirar que no es neutro, ni pasivo, sabemos que el mirar nos posiciona frente al mundo y determina las acciones y decisiones en una sociedad. En palabras de Patricia Redondo este mirar evoca una memoria que es alcanzada por las palabras “Advertir los propios modos de ver los lugares, las experiencias, la vida de las/los otras/os en territorios marcados por el estigma, signados por el discurso mediatico de la violencia, significa reconocer los marcos desde los cuales se mira” (Redondo, 2019, p.44)
Que la educación inicial tenga una transversalidad en clave intercultural supone que las prácticas de enseñanza y de aprendizaje que se desarrollen en los jardines de infantes puedan ir más allá de la asimilación y la segregación. Esta mirada intercultural de valoración de las otredades nos invita a transformar, empoderar y descolonizar las prácticas educativas para dar lugar a la palabra plena y llena de sentido que dialogue con concepciones, cosmovisiones y diversas formas de relacionarse, de participar, diversidad de lenguajes y expresiones involucradas en las interacciones humanas.
A modo de cierre
La experiencia pedagógica política con la comunidad es una experiencia que se construye desde un abordaje en movimiento constante y permanente. Por eso mismo es necesario revisar aquellas prácticas homogeneizantes que han atravesado los procesos de colonización pedagógica donde se ha privilegiado una educación eurocéntrica, patriarcal, civilizatoria que construyó un pensamiento colonizado. Ante esa colonización pedagógica que no ha representado la diversidad de nuestros pueblos, es que nos debemos la incorporación de nuevas prácticas que se sustenten en el reconocimiento de las identidades múltiples y que permitan promover la igualdad como punto de partida de la experiencia escolar infantil.
Esta desigualdad es la que se sustenta también en la lógica de mercado que excluye a las clases populares ejerciendo una violencia simbólica al denostar a la educación pública como una educación para pobres. Lo que sucede es que las clases dominantes deberían entender que invertir en educación es combatir la fragmentación social y que una buena educación pública para todos y todas contribuye al bienestar general.
Lo que digo es que se hace imperante la necesidad de generar más igualdad social que garantice el derecho al conocimiento irrenunciable y profundo y que empodere a las infancias para la vida. Solo teniendo en cuenta estas premisas podremos generar una ciudadanía activa que participe en el plano político, social y cultural, por lo tanto la igualdad social y la educación escolar se encuentran en estrecha relación con el lugar que ocupa la comunidad en la distribución de bienes y servicios. Es asi que la escuela, como lugar público donde habita lo comun, es lugar de reconocimiento y de hospitalidad. “Sobre ese reconocimiento, lazo, hospitalidad y voluntad de transmisión se producirán enseñanzas y aprendizajes” (Nicolazzo, 2018,p.205)
Desde ya, que no sería posible recorrer estos caminos si no nos oponemos a cualquier tipo de discriminación y si no nos comprometemos a revertir la desigualdad revisando reflexivamente esos supuestos subyacentes que tenemos incorporados y que en muchas ocasiones moldean nuestras practicas de enseñanza.
Mercedes Montes
Prof. Nivel Inicial, Prof. Cs. de la Educación.
Referencias Bibliográficas
Diseño curricular para la educación inicial, 2022, Gobierno de la provincia de Buenos Aires, páginas 431.
Nicastro, S; Greco, M. B. 2009, Entre trayectorias: Escenas y pensamientos en espacios de formación”. Rosario: Homo Sapiens Ediciones. Pessoa, Páginas 77
Nicolazzo Marcela, 2018, Descolonizarnos de los pies a la cabeza, Paginas 208.
Redondo Patricia, 2019, La escuela con los pies en el aire, Homo Sapiens Ediciones, páginas 391.
Tenti Fanfani , 2021, La escuela bajo sospecha, Siglo XXI Editores, páginas 240.