Érase que se era… la palabra viva, que se convertía en magia cada vez que se vertía a los niños y niñas de la escuela. También se transformó en teatro. Y así se cuenta en una experiencia que es a la vez pedagógica y de vida.
Saca a la niña que llevas dentro,
ilusiónate e ilusionarás;
si te emocionas, emocionarás,
si disfrutas, harás disfrutar.
¡Arriba el telón!
El origen
–Mamá, dime un cuento.
–¡Hija! ¡Lo siento!,
no encuentro el momento.
–Mamá, dime una poesía.
–¡Hija! ¡Lo siento!,
ya no tengo energía.
–Mamá, dame un beso.
–Uno no,
te doy cientos.
Y así comenzamos, con cuentos y poesías, mi compañera y amiga Cuca y yo. Me llamo María José y somos de Albacete. En esa época trabajábamos en la Escuela Infantil Sagrada Familia de Quintanar del Rey (Cuenca), como tesi en el primer ciclo de Educación Infantil. Somos de naturaleza cuentistas, le ponemos pasión y disfrutamos de nuestro trabajo, y de esa pasión se contagian nuestros chicos y chicas.
Cuando buscas un momento y espacio mágico, como un corrillo a la sombra de un árbol, o mientras nos tomamos la fruta de media mañana de manera informal y en la libertad de escuchar y de buscar la proximidad, la cercanía que nos brindan los cuentos, las poesías, hace que la magia de la imaginación aparezca.
Mientras se narra nos miramos a los ojos, ojos que se iluminan. Se proyecta un esbozo de sonrisa, a veces carcajadas. Estamos juntos, cercanos, casi nos abrazamos, nos proyectamos.
¡Oh! Ese final, qué ovación.
¡Más! ¡Otra vez!
Qué recompensador es.
Cómo les gusta, quieren volverlo a oír, porque necesitan repetir y repetir.
¡Desean hacerlo suyo!
En esa escucha activa por parte del adulto, que ve al niño embelesado, quisimos avanzar, ir un poco más allá. La vida es un cuento, una historia que contar. ¿Por qué no representar los cuentos y las poesías que ya conocen? Así surgió…
Los viernes teatro
¿Qué supone este proyecto?
Constancia
Cada viernes, pasado el período de adaptación, hasta mediados o finales de junio, hacíamos teatro y si caía en fiesta, lo hacíamos el jueves. Nuestra intención con la repetición era crear hábito, interés, placer, como con cualquier otro aprendizaje, que necesita muchas oportunidades para consolidarse, para profundizar en él.
Dedicación
- Para elegir la obra, por supuesto sencilla. Podían ser poesías o cuentos, u otras obras creadas por nosotras que recrean acciones cotidianas, muy significativas por su familiaridad y cercanía.
- Para ensayar, memorizar, para ambientar. ¡Qué complicado! Llevamos siempre tantas cosas en rueda… Además, el escenario había que montarlo y desmontarlo en cada sesión. ¡Uf!, qué tarea. Pero la ilusión motiva y lo sacábamos adelante, porque consideramos que el niño o la niña es capaz, competente, curioso, minucioso. Por eso valoramos el trabajo bien hecho. No vale cualquier cosa para salir del paso. Se intenta educar en la estética tanto en la puesta en acción como en la ambientación. Con el tiempo fuimos mejorando, todo hay que decirlo. Para nosotras es un aprendizaje continuo.
- Materiales… lo que da la mata. Objetos cotidianos: un vaso, una cuchara, una taza, telas, cuentos, la creatividad aflora, mucha ilusión y complicidad. Lo importante, creértelo, vivirlo y tirar para adelante.
- Agarra a quien tengas al lado –cocinero, ayudante de cocina, limpiadoras, conserje–, seguro que te echan una mano. A nosotras nos la echaron.
La representación
puede ser a nivel de centro.
¡Qué emoción!
Los bebés también van
[dentro.
Si el espacio es reducido,
yo me empeño,
y dos funciones,
una para el mayor,
y otra para el pequeño.
Institucionalizarlo
Cada viernes nada más entrar nos colocamos el tutú rojo, verde o azul, como quieras tú. Es el referente que anticipa y anuncia lo que viene.
La expresión es un impulso que nace dentro y fluye hacia fuera: hay que posibilitar momentos y crear ambientes para que sean ellos los protagonistas, sin dirigir, para que cada uno, con su repertorio, se exprese libremente.
Empezamos contando, después representando cuentos e historias en clase, terminamos en Youtube. Pensamos que es una manera de difundir, informar y compartir con las familias el trabajo realizado con sus hijos e hijas.
La historia continúa….
Por concurso de traslado nos fuimos para Albacete. Cuca para la Escuela Infantil Los Girasoles. Yo para la Escuela Infantil El Tren Azul. ¡Todo enriquece!
Me traje la mochila llena de emociones, ganas de hacer e ilusiones. Para mí, trabajar aquí es un honor y placer, me siento viva, porque su filosofía educativa es la misma que la mía. Tengo tantas cosas que aprender de ellas, que me tendré que comprar una mochila nueva.
El proyecto continúa… en otro centro, con otras personas, obras y vidas. ¡Cúanto nos ha aportado todo esto!
Complicidad: es más fácil llevar para adelante un proyecto cuando coincides con profesionales implicados en el mismo. Las ideas, las sugerencias, fluyen con nuevas propuestas para desarrollar. En ese ámbito colaborativo, Encarni, Pilar, Teresa, M.ª Ángeles, son mis compañeras de viaje en El Tren Azul.
Echar unas risas: como alimento energético, nuestro cerebro lo necesita.
Estrechar lazos: con los adultos cualquier situación que compartas con un mismo sentimiento te une a ellos, con los niños y las niñas el vínculo afectivo se intensifica.
Despertar la curiosidad a toda la comunidad educativa, proporcionando experiencias ricas y llenas de vida.
Bucear en sensibilidades y emociones que afloran y fomentan la empatía entre todos.
Dejar fluir la imaginación, la creatividad, la expresión.
El lenguaje se construye a través de narraciones, cuentos, versos, cantos…
Disfrutad, tanto niños y niñas como adultos
Tenemos el mejor público.
Seguimos escuchando,
descubriendo,
aprendiendo con ellos,
son los más agradecidos,
espontáneos y sinceros.
Gracias a todos los que hacéis posible avanzar en una educación de vida y para la vida.Una sola corre los cien metros,dos llegan a los mil,más de dos, una maratón.
Mª. José Milara, Consejo de redacción de infancia en Castilla-La Mancha