Para el año 2018 que se inicia, y continuando con la línea de trabajo y las reclamaciones de años anteriores, desde este editorial de la revista Infancia seguiremos insistiendo en los aspectos básicos de la Educación Infantil, aquellos que, con cierta urgencia, deben situarse en el centro de la construcción de escuela. La demanda se enmarca dentro de la sociedad líquida, como la califica Zygmunt Bauman, en la que nos encontramos inmersos, y que tiene en la incertidumbre, el individualismo y la competitividad algunos de sus rasgos más destacables. La educación actual no es ajena a los mismos y el profundo análisis que merece la educación requiere comenzar desde los ámbitos de base más profundos y elementales, ofreciendo modelos de cooperación y relaciones democráticas.
Para apuntalar esta reflexión permanente, en este año 2018 las líneas temáticas de los artículos tratan sobre la permeabilidad de las escuelas con su entorno, así como sobre las relaciones entre los niños y las niñas y otras personas de diferentes edades que configuran las comunidades educativas. Las líneas de contenido propuestas parten de una necesidad identificada, por lo que, a partir de la lectura de la revista, deseamos que se continúe con la reflexión, evolución y transferencia a nuestras escuelas, a nuestras relaciones, para lograr sumar en ese proceso de cambio que tanto necesitamos.
En definitiva, queremos hacer sentir la importancia de la escuela fuera de las paredes que la contienen, con los niños y las niñas nutriendo y nutriéndose de la realidad en la que se encuentran y de la diversidad de las relaciones que impregnan sus vidas. La educación infantil alienta y enriquece las experiencias de la vida, así que todo sirve para ayudar a la escuela infantil a salir del corsé de la enseñanza transmisora y construir una imagen compuesta de diversidad de relaciones, de espacios, agrupamientos, pensamientos, etc. Y queremos contribuir desde la revista a que, en un proceso continuo de ósmosis, la escuela se salte el muro, parafraseando al maestro y pedagogo italiano Loris Malaguzzi en su exposición L’occhio se salta il muro. Esta muestra viajó por muchas comunidades españolas en 1984 y tiene un contenido totalmente actual sobre la visión de las escuelas infantiles, animando a los educadores a saltarse los muros del conformismo y el aburrimiento y de una pedagogía pasiva.
Esperamos que las revistas de este año 2018 incluyan reflexiones y prácticas con gran significado, a la par que una provocación pedagógica para seguir añadiendo argumentos a la reivindicación por la protección de la infancia y la educación infantil, con un marco legislativo que asuma con absoluta responsabilidad educativa la etapa de cero a seis años.