«Miradas» es una estrategia de trabajo conjunto entre el Ciclo Formativo de Técnico Superior en Educación Infantil (tsei) del IES Fernando de Rojas y las escuelas infantiles y otras instituciones y colectivos de atención a la infancia de 0 a 3 años de Salamanca, y tiene como objetivo hacer visibles las necesidades de los niños y las niñas en esta etapa de la vida, bajo la mirada de las personas que los acompañan en esas instituciones, reivindicando así la importancia de la tarea que realizan.
Cuando España firma la Convención de los Derechos de la Infancia, con ello da un paso firme hacia la efectiva implantación de la Declaración de Derechos del Niño del año 1959. Desde entonces, se han puesto en marcha numerosas iniciativas que, desde diferentes áreas, concretan la Declaración del año 1959. No obstante, como muestra el Informe sobre Bienestar Infantil en España 2016 de Unicef, hay numerosos aspectos que aún quedan por abordar.
Uno de ellos es que, si bien la infancia sigue siendo un colectivo altamente vulnerable, como demuestra el citado informe, no es esta la consideración social que recibe, sino que hay la percepción generalizada de que los niños viven en mundos cómodos y seguros como nunca antes.
Lo cierto es que la infancia de hoy afronta retos hasta ahora desconocidos, relacionados con las características del contexto actual y su impacto en el ámbito familiar. Una consecuencia de lo anterior, a un nivel más concreto, es el hecho de que continúa sin resolverse el problema de la incompatibilidad entre los horarios y las cargas laborales con el cuidado de las personas. La atención de los hijos sigue concibiéndose como una opción personal, quedando lejos aún plantearlo como un tema de responsabilidad social. En esta situación, la externalización del cuidado y su profesionalización aparecen como la única alternativa posible.
El papel que tiene la escuela infantil en este contexto es, cuanto menos, complejo, dada su doble naturaleza. Por un lado, es un servicio de conciliación de la vida familiar y laboral, creado para responder a las necesidades de las familias. Por otro lado, su diseño responde a un modelo escolar en el que los objetivos explícitos hablan de las necesidades infantiles. El problema surge con la constatación de que dichas realidades son incompatibles entre sí, en muchas ocasiones: ni los horarios de las familias coinciden con el ritmo de los niños y las niñas, ni el modelo escolar responde a sus necesidades de aprendizaje.
En este complejo contexto, encontramos cada día a técnicos en educación infantil, educadoras, trabajando entre rígidas rutinas y diseños curriculares que proponen aprendizajes imposibles, con ratios de colegio –casi–, que ven reducida su tarea a labores de cuidado y supervivencia. Las necesidades y procesos evolutivos de los menores de 3 años quedan olvidados para dar respuesta a las demandas adultas, tanto empresariales como familiares, basadas en el resultado visible y el logro material.
No obstante, son muchas las educadoras sensibles a las necesidades de la primera infancia, en un contexto social y cultural en el que esto supone remar a contracorriente.
Son ellas las que buscan espacios para la observación y la mirada que individualiza a cada niño o niña, para conocer lo que quieren, necesitan y les gusta. Son ellas las que favorecen la autonomía de los pequeños, sabiendo que muchos de ellos pasan gran parte de su tiempo sentados en coches, sillas de paseo o ante pantallas. También son ellas las que ofrecen propuestas de juego variadas a niños y niñas que tal vez solo jueguen con plásticos procedentes de la industria juguetera convencional. Ellas facilitan espacios de respeto para las relaciones entre iguales y ofrecen modelos educativos basados en la igualdad de género, en un contexto cultural que continúa vendiendo princesas y héroes a las criaturas.
En los últimos años, se está difundiendo un nuevo paradigma basado en el respeto que tiene, entre sus mayores contribuciones, la identificación de las necesidades infantiles y la generalización de modelos educativos respetuosos con la infancia. Son numerosas las iniciativas surgidas bajo esta óptica, tanto escuelas infantiles como otros formatos, entre los que están los grupos de crianza, madre o padre de día, escuelas-bosque, etc.
«Miradas» quiere poner el foco de atención sobre las necesidades de la primera infancia, como el juego, la exploración, la autonomía, la relación, el movimiento, la construcción, y con ello, narrar también las necesidades de las personas que las acompañan, las educadoras.
Antecedentes
«Miradas» tiene su origen en el año 2010, cuando un equipo docente de tsei del ies Fernando de Rojas coincide en su visión sobre los problemas de la escuela infantil. El equipo está vinculado a la educación respetuosa y entiende que la escuela infantil convencional no responde a las necesidades de la infancia. Por esta razón, se plantea trasladar este modelo a la formación de las futuras profesionales y que sean ellas el motor de un cambio en la forma de entender la atención a la infancia.
Lo primero que se plantea es una modificación en la práctica docente para hacer coherente el discurso del respeto a la infancia y sus procesos evolutivos con la propia metodología empleada con el alumnado de tsei. Por esta razón, se ponen en marcha modelos metodológicos basados en el aprendizaje activo, como el ABP o el Aprendizaje Servicio. En poco tiempo, se produce un cambio en el perfil del alumnado que va a hacer prácticas a las escuelas infantiles y también en el que sale al mercado laboral. Se trata de unos chicos y chicas que no solo son sensibles a las necesidades infantiles entendidas desde un modelo basado en el respeto, sino que también están más motivados y son más críticos con el modelo tradicional de escuela infantil. Esto provocó un choque inmediato de planteamientos con las escuelas, ya que buena parte de ellas no aceptaron estos cambios.
El equipo docente decide poner en marcha una serie de acciones para acercar posturas, al entender que un enfrentamiento no conduce a la mejora de las condiciones de la infancia, ni tampoco a las de los estudiantes de tsei. Las profesionales se quejan de que la teoría no se ajusta a lo que se necesita en el mercado laboral y las alumnas, de que no ven útil su formación.
Así, se organizan unas jornadas de formación a las que asisten todos los agentes implicados en el proceso: profesorado, alumnado y profesionales del sector. En estas jornadas se pueden escuchar algunos de los discursos más representativos de la educación activa de España, como el de Vicenç Arnaiz, Miguel Castro o Javier Abad y Ángeles Ruiz, pero también se presentan experiencias prácticas como las aportadas por las escuelas municipales de Pamplona, Cocoricó de Valladolid o diversas experiencias europeas.
Tras seis ediciones de jornadas, se ha creado una relación entre las educadoras y también con el profesorado en la que se comparten inquietudes y frustraciones. El enfrentamiento inicial ha sido sustituido por diálogo y contraste de planteamientos. Muchas educadoras expresan, repetidamente, la insatisfacción que les produce no poder llevar a cabo en su escuela las cosas que están escuchando. El equipo docente, por su parte, toma conciencia de la necesidad de dar un nuevo paso que lleve a conocer las razones por las que el cambio en la práctica de la educación infantil no se produce.
Se decide dar voz a las educadoras en un encuentro en el que identifican como necesidades más acuciantes la falta de reconocimiento social de su labor y la inexistencia de una red profesional con la que poder compartir su trabajo. También se consolida la relación con el equipo del IES Fernando de Rojas al ser reconocido como el agente que las aglutina y dinamiza.
«Miradas, la primera infancia
ante la cámara de la educadora»
Con la información anterior y mucha ayuda, inicia su andadura «Miradas, la primera infancia ante la cámara de la educadora». Con «Miradas» se construyó una red a través de la fotografía colaborativa y se hizo público en las redes sociales el trabajo diario de las educadoras de una treintena de escuelas de Salamanca durante 365 días.
El equipo docente del IES Fernando de Rojas diseñó un calendario de temas mensuales relacionados con procesos infantiles que quería visibilizar. Los temas pretendían dar lugar a la observación sensible de ciertas necesidades infantiles que habitualmente pasan desapercibidas. «Miradas» quería dar importancia a esos momentos de relación, de afectividad, de autonomía, etc., situando a la educadora en el papel de reportera y afianzando la idea del acompañamiento respetuoso.
Cada educadora tenía asignado un día del mes, y cada mes, ese día, tenía que enviar una fotografía al equipo de algo que había pasado en su escuela que reflejara el tema del mes. Todas las fotos eran compartidas en Facebook e Instagram automáticamente y pasaban a formar parte de un blog. De esta forma, además, las educadoras comenzaron a verse y reconocerse, a hacerse comentarios y a compartir ideas. La red que demandaron estaba creada.
Para lograr el segundo objetivo, el de poner en valor su tarea, se puso en marcha la siguiente acción de difusión: cada mes, todas las fotos recibidas se enviaban a una personalidad relevante de Salamanca que tuviera presencia en las redes sociales y capacidad de difusión, pero que no guardara relación ni con la educación ni con la infancia. Esta personalidad tenía que elegir una de las fotos y elaborar una breve reseña que también se difundía y compartía a través de las redes sociales.
Vicente del Bosque habló en su reseña sobre el tema del mes de diciembre, la autonomía:
De entre todos los animales del planeta, el ser humano quizá sea aquel que más tarda en adquirirla, pero también el que más la utiliza según de qué modo una vez conseguida, siendo capaz de lo peor, o incluso conquistando las cotas más altas apenas inimaginables.
De ahí la importancia de los primeros años de nuestras vidas, de la trascendencia de aquellos que nos vigilan, de su confianza, consejo y de la seguridad que nos transmiten.
Al ver esta foto, así como cuando cruzo el Tormes bajo cualquier atardecer, no es raro ver a los más pequeños correteando sobre esta milenaria estructura de piedra que tanta historia carga sobre sus hombros. Dicha visión me reconcilia con la versión positiva de la autonomía, con aquello increíble que he vivido. Y también con el juego, tan presente en mi vida, y vía esencial para dicha autonomía.
Así, y de igual manera que el niño corre, casi vuela y se eleva en el aire tocando las nubes, ocurrió una vez, bajo mi atenta mirada llena de confianza y orgullo, cuando el juego y la autonomía se entrelazaron siendo uno como astros alineados. Ocurrió allí, bajo aquel cielo sudafricano de una noche de verano, cuando tocamos el firmamento con nuestras manos y supimos a qué sabía la gloria.
Al finalizar el curso 2017-2018 se habían recogido 365 fotos que narran la vida en las escuelas infantiles de Salamanca, día a día, bajo la mirada de sus educadoras. Con este material, se realizó una exposición en el DA2, el Museo de Arte Contemporáneo de Salamanca, lo que supuso un nuevo impulso para dar a conocer a toda la sociedad el trabajo de las tsei.
Las protagonistas de «Miradas»
«Miradas, la primera infancia ante la cámara de la educadora» se ha terminado. Quedan 365 fotos y muchos momentos compartidos, reflexiones conjuntas y una energía que impulsa el cambio. Para algunas es un cambio hacia la reflexión y para otras hacia la práctica, pero para todas es un cambio de mirada hacia las necesidades de los niños, de las niñas y de la escuela en todas sus dimensiones.
Ana, de la Escuela Infantil Municipal El Rollo, conversando con Cristina, una estudiante de tsei, explica lo que ha supuesto para ella «Miradas»: «Cuando Mónica, María y Alberto nos propusieron la colaboración con el proyecto, no tuvimos ninguna duda. Nosotras, como educadoras, tenemos la suerte de vivir momentos increíbles con los niños y las niñas, y en la mayor parte de las ocasiones somos las únicas espectadoras. Cada día se escapan miles de detalles que ahora podemos compartir, es una oportunidad para hacer visible nuestra labor.»
El equipo docente del IES Fernando de Rojas trabaja en nuevas acciones sugeridas en los infinitos momentos compartidos durante un año intenso. La fuerza de «Miradas» ha dejado huella. Bajo ese nombre quiere continuar trabajando.
Mónica Rivero Corihuela, María Hernández Roales, Alberto González Gil y Ana Artime Muñiz, IES Fernando de Rojas, Salamanca
Facebook: @miradasinfancia03
Instagram: miradas03. https//instagram.com/miradas03 www.proyectomiradas.com
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