¿Cuántas veces participaste de un festejo tradicional en tu escuela?
Seguramente todos hemos sido parte de fiestas escolares, sea como actores en ocasiones o como observadores en otras.
¿Te has preguntado cómo influyen estas actividades en la educación infantil?
Como docente con seguridad y en muchas ocasiones has generado actividades relacionadas con las fiestas tradicionales, tan solo con el afán de cumplir con un programa, sin considerar la importancia que tienen como parte del desarrollo integral de los infantes.
¿En tu trayectoria docente, has observado como nuevas festividades se han ido incorporando a los programas educativos? Según Pablo Cuvi (2002), “es impresionante la cantidad de festejos de todo orden, que forman parte de un conjunto diversificado de celebraciones que se desarrollan a lo largo del año y que tejen una red de festejos extendida prácticamente en todo el territorio nacional”. Festividades tradicionales, religiosas, cívicas, comerciales, propias y ajenas han sido adoptadas como parte de la educación de los niños y niñas con mayor frecuencia en el Ecuador.
Considerando que las instituciones educativas reflejan la multiculturalidad e interculturalidad que caracteriza al Ecuador, y matizadas ahora por la presencia de nuevas culturas producto de la migración, las celebraciones deben ser pensadas como experiencias de aprendizaje, mediadas a través del Juego, para que los niños y niñas conozcan la diversidad cultural en la que están inmersos, haciendo énfasis en el respeto a lo propio y a lo diferente, pues como manifiesta Ayala Mora, (2008, Ecuador: Patria de todos) “no es suficiente constatar la heterogeneidad del Ecuador en cuanto a culturas, interculturalidad es un objetivo al que se debe llegar, mediante un esfuerzo expreso y permanente, y que va más allá de la coexistencia, o el diálogo de las culturas, es una relación sostenida de superación de prejuicios, racismo, desigualdades, asimetrías que caracterizan a nuestro país”.
Las actividades planificadas en el contexto curricular establecido para los grupos de educación inicial, deben ser analizadas y seleccionadas de manera tal que sean un proceso dinámico para construir la anhelada interculturalidad, aquí es donde se anclan de manera lúdica la fiesta cultural con sentido y donde se establecen los acuerdos con la familia para que las experiencias festivas generen identidad.
Vivir la fiesta cultural en el aula infantil, es abrir momentos de distracción y entretenimiento, que en ocasiones sobrepasan los dominios de la realidad y la ficción, así como también generan oportunidades de aprendizaje, motivadoras e innovadoras, en las que se respetan las diferencias individuales, de ahí la importancia de reflexionar como docentes la forma en la que las celebraciones son implementadas, pues, en ocasiones se pierde el sentido de la festividad y tanto docentes como infantes y padres de familia se ven desbordados por su deseo de presentar, la escenificación más linda, con el mejor traje, la mejor coreografía, los mejores productos para degustar, dejando de lado por completo la intencionalidad real de la actividad que es el generar un momento donde el niño disfrute el aprender sobre la esencia de una festividad determinada, identifique los elementos que la conforman, como vestimenta, música, platos tradicionales, entre otros.
Las riqueza de ejecutar estas experiencias, deben responder a la identidad de la comunidad, al colectivo que pertenecen las instituciones, son experiencias que permiten involucrar a la familia de manera tal, que pueden convertir a sus integrantes, en narradores de la temática abordada, incorporar músicos, o especialistas invitados, generando así, un conocimiento integral del verdadero significado de las celebraciones.
Reflexionar sobre el verdadero alcance de ejecutar las tradiciones, es un aspecto esencial para evitar caer en errores, como la estigmatización de ciertas culturas, asumir los trajes tradicionales de las diversas etnias como un disfraz, en lugar de ser presentadas, como parte de la identidad cultural de cada pueblo.
En referencia a lo mencionado, nos permitimos compartir la experiencia de una educadora en un centro infantil, urbano, de la ciudad de Quito, al cual asisten niños y niñas de diferentes etnias, durante los momentos de la planificación y ejecución con el objetivo de conmemorar las Fiestas de Fundación de la ciudad de Quito.
“Entre mis anécdotas como educadora Infantil, recuerdo que se acercaba la conmemoración de la fundación de Quito, una de las fiestas tradicionales más significativas que vive nuestra ciudad, es así como el Centro Infantil acordó realizar una fiesta conjunta, procediéndose a sortear las diversas actividades a ejecutarse, realizar una representación artística a través del baile con la temática “Las provincias festejan a Quito”, fue la actividad asignada a mi grupo, esta representación debía permitir apreciar las características de las etnias de cada provincia, como vestimenta, costumbres alimentarias entre otras.
Muy motivados, y entusiasmados, los niños planificaban conmigo las actividades que permitirían cumplir con la representación, juntos seleccionamos las provincias y los grupos étnicos a ser representados, para luego proceder con la organización grupal de los niños a quienes se les asigno la provincia sobre la cual debían trabajar en cuanto a la escenificación y como debían venir disfrazados.
En el aula infantil siempre se generó un proceso dinámico, a pesar de este dinamismo, pude identificar que Ñusta niña de 4 años, nativa indígena de Otavalo, lugar perteneciente a la provincia de Imbabura, quien no se había integrado a ningún grupo, el motivo pude conocer cuando se acercó muy triste y me dijo: “todos se van a disfrazar”, ¿yo, de qué me voy a disfrazar?; en ese momento comprendí, lo que durante mucho tiempo no había tomado en cuenta, y es que como educadora a veces o siempre, el traje, la vestimenta de ciertas etnias es asumido como un disfraz, comprendí que aquella vestimenta, que es utilizada por diferentes grupos étnicos es su ropa habitual y forma parte de su identidad.
Ahí, estaba yo, intentando dar respuesta a una pequeña, que usaba su traje típico a diario porque era su vestimenta su identidad, y que por un momento, ella sintió que para los demás, era un disfraz.
Después de un minuto de reflexión, un diálogo preciso enfático tuvo que ocurrir, para realzar su vestimenta como parte de su identidad cultural, fue un momento complejo, conseguir que Ñusta comprendiera, que cometí un error no era tan fácil, sentí que mi comentario provocó confusión en la identidad de la niña.
Posteriormente, aproveché el momento de la planificación de un nuevo proyecto de aula, sobre la cultura de cada provincia, sus costumbres, vestimentas entre otros aspectos, y acordé con Ñusta que ella sea la protagonista junto a su madre de presentar los aspectos relevantes de su cultura, en el proceso de la puesta en común del proyecto, madre e hija se mostraron felices y orgullosas de compartir detalles sobre su identidad cultural”.
Lo descrito, puede ser una alerta para docentes, familia y demás especialistas involucrados en el hacer didáctico del aula infantil, para reconocer que existe ausencia de conocimientos acerca de esta temática en algunos casos, así como también, desconocer estrategias específicas que permitan vivenciar la multiculturalidad e interculturalidad en el aula.
La práctica didáctica pensada y planificada de estos aspectos, contribuirá sin duda a reducir conflictos en los niños y niñas, a desarrollar destrezas para sentirse seguros de saber quiénes son, a qué grupo o colectivo pertenecen, y simultáneamente practicar el respeto a las diferencias individuales y colectivas, fortaleciendo su desarrollo.
Ecuador es un país multicultural desarrollándose en un entorno globalizado, bajo este contexto los docentes tenemos la tarea de generar en sus ciudadanos la práctica de valores como la igualdad, equidad, respeto, tanto en la vida cotidiana como en las actividades estructuradas y sistematizadas, concebidas en las instituciones educativas, para ser conscientes de la multiculturalidad.
Potenciar la planificación del currículo, diseñando situaciones y experiencias de aprendizaje como medios para el disfrute de las celebraciones de festividades tradicionales que deriven actividades propias del nivel inicial, como el arte a través de la música, pintura, modelado, teatro, logrando con esto, aprendizajes funcionales para comunicarse, movilizarse, interactuar con su entorno, sintiéndose seguros y viviendo una infancia plena.
Anita Tacuri Velasco
Infancia Latinoamericana – Ecuador.
Mónica Sólis Jarrín
Directora de la Licenciatura de Educación Infantil. ESPE.
Aporte fotográfico: Carolina Larrea, Ruth Ríos,Germania Vallejo, Alexandra Calvache