¿Es importante desarrollar habilidades socioemocionales en nuestras niñas y niños para promover una educación sexual desde la primera infancia? Definitivamente pensamos que sí, entendemos que esta es una de las grandes tareas que tenemos que desarrollar y promover desde la escuela y la familia. Es importante que durante la infancia se aprenda a desarrollar una visión segura y positiva de la sexualidad a través de una educación apropiada para cada una de las edades. En esta línea, la articulación con las habilidades socioemocionales forma parte del desarrollo integral de la persona. De esta manera, hay que enfatizar que la sexualidad forma parte del desarrollo infantil y como tal debe tener un lugar dentro del aprendizaje, este debe estar orientado al desarrollo integral de la niña y del niño, debiendo comprender los adultos que esta es parte importante de su bienestar.
La educación sexual integral en el currículo y las habilidades socioemocionales
En el Perú, el Currículo Nacional de Educación Básica
(CNEB) define a la educación sexual integral (ESI), como “el espacio sistemático de enseñanza y aprendizaje que promueve valores, conocimientos, actitudes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas con relación al cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad. Tiene como finalidad principal que los estudiantes vivan su sexualidad de manera saludable, integral y responsable en el contexto de relaciones interpersonales democráticas, equitativas y respetuosas. La ESI toma en cuenta las particularidades de cada etapa de desarrollo y considera las dimensiones biológicas, reproductiva, socio-afectiva, ética y moral” (MINEDU, 2016).
De esta manera, el currículo señala que la ESI es un proceso formativo y preventivo, centrado en la persona, presente en la educación, en todas las etapas, niveles y modalidades, así como en la educación formal y no formal, y que, fundamentada en diferentes normativas, busca desarrollar competencias y capacidades en las y los estudiantes, de acuerdo con su etapa de desarrollo y madurez, contribuyendo al fortalecimiento de sus identidades (sexual, de género, cultural, histórica, étnica, social, entre otras) y al desarrollo de su autonomía, autocuidado, autoconocimiento, afectividad, pensamiento crítico, comportamiento ético y relaciones interpersonales vinculados con la sexualidad. Es así como, la ESI favorece al bienestar y al desarrollo integral de las y los estudiantes, en el marco de una convivencia escolar democrática, intercultural, inclusiva y con igualdad de género (Minedu, 2020).
De acuerdo a Duncan et al. (2008) la educación en sexualidad se puede difundir a través de los 3 dominios de aprendizaje: cognitivo (información), afectivo (sentimientos, valores y actitudes) y conductual (comunicación, toma de decisiones y otras habilidades). Estos tres ejes de información nos parecen relevantes y adaptables para las edades de las y los estudiantes, resaltando en nuestro caso los dominios afectivo y conductual.
¿Qué son las habilidades socioemocionales?
Desde una perspectiva internacional, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las habilidades socioemocionales son “… Capacidades individuales que pueden manifestarse en patrones consistentes de pensamientos, sentimientos y comportamientos, desarrolladas a través de experiencias de aprendizaje formales e informales, y impulsores importantes de resultados socioeconómicos a lo largo de la vida del individuo” (OECD, 2015, p. 35).
Desde nuestra perspectiva existen diferentes modelos que están orientados hacia el desarrollo de habilidades socioemocionales que pueden aportar en el abordaje de la educación sexual. El modelo propuesto por ”The Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning” (CASEL) hace veinte años, aborda cinco áreas de competencia interrelacionadas: autoconciencia, autogestión, conciencia social, habilidades para relacionarse y toma de decisiones responsable. Su marco de trabajo tiene un enfoque sistémico que enfatiza la importancia de establecer entornos de aprendizaje equitativos y coordinar prácticas en aulas, escuelas, familias y comunidades para mejorar el aprendizaje social, emocional y académico de todos los estudiantes. La propuesta es la de integrar el aprendizaje socioemocional o SEL en todo el currículo y la cultura de la escuela, en los contextos más amplios de las prácticas y políticas escolares y mediante la colaboración continua con las familias y las organizaciones comunitarias.
El aprendizaje social y emocional (SEL) es el proceso a través del cual los niños, adolescentes y adultos comprenden y manejan las emociones, establecen y logran metas positivas, sienten y muestran empatía por los demás, establecen y mantienen relaciones positivas y toman decisiones responsables.1 De acuerdo a esta definición de CASEL, han organizado las siguientes habilidades:
- Autoconciencia: la capacidad de reconocer con precisión las emociones y pensamientos de uno y su influencia en el comportamiento. Esto incluye evaluar con precisión las fortalezas y limitaciones de uno y poseer un sentido bien fundamentado de confianza y optimismo.
- Autogestión: la capacidad de regular las emociones, los pensamientos y los comportamientos de uno de manera efectiva en diferentes situaciones. Esto incluye manejar el estrés, controlar los impulsos, motivarse a sí mismo y establecer y trabajar para lograr metas personales y académicas.
- Conciencia social: La capacidad de tomar la perspectiva y empatizar con otras personas de diversos orígenes y culturas, comprender las normas sociales y éticas de comportamiento y reconocer los recursos y apoyos familiares, escolares y comunitarios.
- Habilidades de relación: La capacidad de establecer y mantener relaciones saludables y gratificantes con diversos individuos y grupos. Esto incluye comunicarse con claridad, escuchar activamente, cooperar, resistir la presión social inapropiada, negociar los conflictos de manera constructiva y buscar y ofrecer ayuda cuando sea necesario.
- Toma de decisiones responsable: la capacidad de tomar decisiones constructivas y respetuosas sobre el comportamiento personal y las interacciones sociales basadas en la consideración de estándares éticos, preocupaciones de seguridad, normas sociales, la evaluación realista de las consecuencias de diversas acciones y el bienestar de uno mismo y de los demás.Emma SánchezDesde el enfoque de la ESI en nuestro país, es importante analizar cómo orientar acciones que permitan que las niñas y los niños puedan desarrollarse en un ambiente con adultos capaces de brindarles protección, pero fomentando sus habilidades relacionales y la capacidad de tomar decisiones por sí mismos. En el caso de las habilidades relacionales destaca la construcción de relaciones, entendiendo que “un niño o una niña aprenden a reconocerse como seres únicos y diferentes y a reconocer a los otros y a las otras, a través de las relaciones que establecen” (MECD, 2003; p. 57). Este reconocimiento sobre las relaciones con los otros que empieza desde el nacimiento, cobra especial realce desde el acercamiento que existe a través del contacto físico. Entre los cero y los dos años, por ejemplo, este contacto con adultos es recurrente y gracias a este las niñas y los niños van aprendiendo a relacionarse. De acuerdo al MECD (2003), en estos contactos durante la infancia se aprende a tocar y ser tocados o tocadas, abrazar y besar, mirar y ser mirados o miradas, comunicar y entender lo que se les dice, tener seguridad en la otra persona que les quiere, tener seguridad en sí mismo o sí misma al recibir afecto, y aprender a reconocer y expresar emociones. Estas relaciones permiten que la niña y el niño se sienta valorado y querido por los demás, referentes próximos de su día a día.Sobre la capacidad de tomar decisiones por sí mismos, esto es algo que aprenden de manera paulatina con la interacción. Se debe tener en cuenta que esta habilidad les permitirá desarrollar control sobre sí mismos. La manera en la que ellas y ellos se relacionen con los demás conociendo los límites entre las personas, fomentará que sean capaces de ejercer su autonomía para tomar decisiones sobre sí mismos, sobre su propio cuerpo, sobre lo que quieren y no quieren, sobre lo que les gusta y disgusta, sobre sus preferencias, y en definitiva sobre lo que los hace felices, los emociona o les da miedo. Recordemos que esta libertad de decisión se desarrolla desde muy temprana edad, por ejemplo, desde la libertad de movimiento que disfrutan cuando son muy pequeños. En estas aventuras las niñas y los niños empiezan a reconocer los retos que deben enfrentar bajo el cuidado de sus adultos cuidadores.
Mirkala Vila Sánchez
Otro aspecto importante ligado a la ESI y el SEL, es el que tiene que ver con la autoconciencia, referida al reconocimiento de las emociones y pensamientos de uno mismo y como este se vincula con nuestro comportamiento. Como señalabamos líneas arriba, gracias al contacto físico, las niñas y los niños aprenden a reconocer y expresar sus emociones, pero este también permite que poco a poco la persona desde su infancia las pueda manejar. Es fundamental que desde sus expresiones y palabras pueda transmitir o ponerles nombre a sus emociones, entendiendo el por qué se siente así, sin buscar retraer o esconder sus emociones, aunque estas sean percibidas como negativas. ¿Y cómo estas habilidades contribuyen a la educación sexual durante la infancia? Pues sabemos que la sexualidad no es un aspecto complementario del ser humano, sino que como seres integrales es una parte indivisible de nuestro ser, en un mundo predominantemente social. Estar preparados para afrontar diversas situaciones en nuestras relaciones con “nosotros mismos” (intra personal) y con los demás (inter personal), permite desarrollar más que nada habilidades para poder conocernos, valorarnos y cuidarnos. El promover conductas de autocuidado desde la infancia permite construir una visión hacia la prevención de conductas de riesgo en la vida adolescente, y más allá de la misma.Reflexiones
En la actualidad, en un ambiente tan complejo para las relaciones humanas debido a la pandemia por el Covid-19, resulta importante reiterar la importancia de las interacciones positivas. Estas son la base para la construcción de aspectos importantes como la autonomía y para el desarrollo de un aprendizaje paulatino y simultáneo de auto conocimiento y reconocimiento del otro.Tengamos en cuenta que las niñas y los niños aprenden a expresar su afectividad a través de sus relaciones y vínculos. Por ello, es bueno para su desarrollo sexual integral que tengan vínculos con diferentes personas y puedan tener la posibilidad de expresarse. Por ende, también es sustancial darles oportunidades de juego y acompañarlos, lo cual les da la ocasión de expresar lo que sienten, piensan y desean.Como señala Cardinal (2005) la familia es fundamental en el desarrollo de la sexualidad del niño y de la niña, siendo que las posturas y conductas que las familias poseen frente a ella serán esenciales para el desarrollo de la misma en sus hijas/os.
Rosina Vanessa Sánchez Jiménez
Psicóloga, consultora del Ministerio de Educación del Perú y docente universitariaNota
1. https://casel.org/what-is-sel/
Referencias
Cardinal, C. (2005). Educación sexual. Un proyecto humano de múltiples facetas. Bogotá: Siglo del Hombre.
CASEL. https://casel.org/what-is-sel/
Duncan P, Hagan JF Jr, Shaw JS. Promoting healthy sexual development and sexuality. In: American Academy of Pediatrics. Bright Futures: Guidelines for Health Supervision of Infants, Children, and Adolescents. Elk Grove Village, IL: American Academy of Pediatrics; 2008:169–176.
Ministerio de Educación. (2016). Currículo Nacional de la Educación Básica. http://www.minedu.gob.pe/curriculo/pdf/curriculo-nacional-de-la-educacion-basica.pdf
Ministerio de Educación. (2020). Cartilla N° 1 Características de la Educación Sexual Integral. Orientaciones para implementar la educación sexual integral para docentes de la educación básica regular. http://www.perueduca.pe/documents/10179/81370048-e3fa-4b18-9744-c3db9442dc56
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2003). La educación sexual de la primera infancia.
http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/Guia%20Educaci%C3%B3n%20Sexual%20en%20la%20Primera%20Infancia.pdf
OECD (2015), Skills for Social Progress: The Power of Social and Emotional Skills, OECD Publishing, Paris, http://dx.doi.org/10.1787/9789264226159-en