SUSCRÍBETE REVISTA PAPEL + DIGITAL
Desde hace ya décadas, irrumpió en nuestro sistema educativo la etapa conocida como Educación Infantil; pese a estar reconocida como una etapa continua desde los 0 a los 6 años, la Educación Infantil es la única de todas las etapas de nuestro sistema educativo que se parte en dos de forma muy marcada y en ocasiones de forma radical, con el único propósito de dar salida a políticas que no comulgan con la verdadera finalidad de esta etapa.
¿Será desconocimiento por parte de los políticos y políticas? Todo ello solo muestra la incongruencia con los principios que sustentan la Educación Infantil, haciendo de esta una etapa básica y primordial en el desarrollo de las personas.
La Red Pública de Granada, de gestión municipal, de momento sobrevive a este desastre que se extiende de forma amenazante, con cuatro escuelas de 0-6; es el último proyecto sostenido de forma parcial por la Administración que va a quedar en España cuando el de Madrid complete el anunciado cierre. ¡Comienza la debacle en Madrid!
No se entiende la aversión administrativa a estas escuelas madrileñas, que están contempladas específicamente en la ley y que en su momento fueron un referente. En las décadas de 1980 y 1990, las escuelas 0-6 estaban mucho más extendidas que en la actualidad, pero la caída en la natalidad fue desmantelando el segundo ciclo de 3-6 años para reubicar a estas edades en los centros de Educación Primaria.
En comunidades como Cantabria o La Rioja ya se matriculan a pequeños de 2 años en los colegios de Educación Infantil y Primaria (ceip) y en otras se está valorando, como Extremadura.
El primer ciclo de la Educación Infantil quedó establecido como una etapa «educativa» tras la logse, en 1990. Todas las leyes desde entonces han contemplado la etapa de Educación Infantil 0-6 años igualmente educativa, nada se modifica en las leyes, pero sí que algunas comunidades autónomas, como la de Madrid, intentan claramente hacer desaparecer el carácter educativo del ciclo 0-3, intensificando el cierre del ciclo 3-6 en las escuelas y pasándolo a los ceip. Actualmente son nueve las escuelas afectadas en la capital, pero ¿quién dice que no se extienda esta práctica a las escuelas de Getafe y Leganés? Queda la reflexión política como tarea urgente.
El informe de la ocde Starting Strong iii: A Quality Toolbox For Early Childhood Education And Care, publicado en 2012, concluye con un mensaje claro a este respecto: «los beneficios de la atención y educación en la primera infancia están avalados por importantes y crecientes conclusiones en la investigación. Pero todos estos beneficios dependen de la calidad. Aumentar el acceso a los servicios sin prestar atención a la calidad no ofrecerá buenos resultados para los niños y a largo plazo para la sociedad. Además, la investigación también ha demostrado que si la calidad es baja puede tener efectos perjudiciales de larga duración sobre el desarrollo del niño, en lugar de efectos positivos» (ocde, 2012, p. 9).
Es un deber de los representantes políticos defender la educación pública de calidad, pero ello no pasa por cambiar niños de unos centros a otros, sino por asegurar que la etapa de Educación Infantil sea lo que ha de ser a través de las escuelas infantiles de 0-6. En ellas se ayuda a las familias en la crianza de sus hijos, se genera una red social de acompañamiento que repercutirá en las futuras personas que conformarán nuestra sociedad. Las escuelas infantiles de 0-6 procuran una continuidad entre ambos ciclos respetando el desarrollo individual de cada persona, acompañando el desarrollo no con dirección y guía, sino con sensibilidad y tacto.
Por encima de cualquier interés político, debe primar la Infancia, máxime si tenemos en cuenta que hablamos del desarrollo de los más vulnerables en nuestro sistema educativo. Las escuelas infantiles deberían ser 0-6.
