Comenzamos el año sumergiéndonos en la riqueza de la creatividad y la belleza. Exploraremos seis dimensiones que nutren el alma y enriquecen nuestra vida desde la Infancia.
A lo largo de este 2024, realizaremos seis números, cada uno de ellos en sintonía educativa con nuestros ideales. Nuestro viaje de aprendizaje se proyecta hacia la poesía y la oralidad, el movimiento, la música y la melodía, la expresión dramática, la plástica y el arte y, por último, el juego.
Acompañemos a descubrir la magia que emana de los versos que resuenan en nuestro interior, dando alas a la palabra para llegar a proyectar su mayor potencial. Abrimos nuestras páginas con la poesía, donde las palabras se convierten en puentes entre las emociones y la imaginación. La poesía es más que un conjunto de versos; es un viaje íntimo que nos invita a explorar la profundidad de nuestra propia existencia. Descubramos cómo las metáforas y los ritmos poéticos se entrelazan para formar un tapiz de expresión única.
Sigamos el movimiento, explorando cómo la interconexión entre el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social en estas etapas tempranas de la vida respalda la importancia del movimiento en el desarrollo infantil. Dejémonos llevar por el movimiento de la vida y descubriremos cómo nos puede llenar la quietud.
Descubramos que la música y la melodía ofrecen multitud de experiencias que ayudan en el desarrollo creativo, perceptivo, expresivo y comunicativo, contribuyendo, de esta manera, no solo a la inteligencia musical sino a todas las demás inteligencias, favoreciendo un desarrollo integral. Un sonido, un silencio que nos lleva muy lejos o nos mantiene cerca.
Reconozcamos la expresión dramática como fórmula para explorar, experimentar y expresar una variedad de emociones, asumir diferentes roles y situaciones, y sobre todo comprender perspectivas diferentes, lo cual favorecerá la empatía. Una mirada, una mueca, un gesto con carga emocional se traslada hacia el corazón de los demás.
Analicemos cómo la plástica y el arte pueden resultar imprescindibles a la hora de expresar ideas de manera visual. El arte brinda la oportunidad de pensar de manera no lineal y de desarrollar soluciones originales a los problemas. La sensibilidad llevada a la máxima potencia generando una explosión de emociones.
Y, por último, ensalcemos el valor del juego como protector de la infancia, como germen de vida que lleva a cada criatura a experimentar, sentir, disfrutar y vivir cada segundo de su existencia. Juego para sentir, juego para crecer, juego para la vida.