La educación artística puede ir más allá de la expresión plástica a través del dibujo, la pintura y el modelado. ¿Por qué restringir a los niños y las niñas el acceso a otras manifestaciones más conceptuales? ¿Quizás porque a la mayoría de nosotras –adultas de a pie, poco familiarizadas con el arte contemporáneo– nos parece excesivo presenciar una performance, una acción o una instalación y no entender nada de nada?