Reflexiones pedagógicas. ¿Educación a distancia? La realidad pide humanización y comida en el plato

El presente artículo trata de las experiencias y reflexiones sobre la educación infantil en tiempos de pandemia llevadas a cabo por la Escuela Municipal de Educación Infantil Jardim Monte Belo, situada en el barrio de Monte Belo, perteneciente al distrito de Anhanguera, Zona Oeste de la ciudad de São Paulo. En la fotografía, podemos ver la vista del barrio de Monte Belo, los techos blancos que se destacan son de la escuela.

A partir de 2008, partiendo de los estudios críticos de la Sociología de la infancia (Rosemberg, 1976; Qvortrup, 2010; Corsaro, 2011; Nascimento 2013) y de la perspectiva teórica de la Psicología socio-histórica (Bock, 2011; Vygotski, 1996), conocemos el concepto histórico y social de la infancia, buscando romper los procesos de contención de los cuerpos infantiles, las rutinas fijas y las visiones adultocéntricas, dando visibilidad a la acción político-social de los niños, considerándolos como agentes sociales del proceso educativo.

Así, establecimos en nuestra práctica las “Alegrías del patio”, con propuestas que contemplan diferentes lenguajes. Cada día, 420 niños, divididos en dos turnos de seis horas, pueden: elegir el espacio donde y con quien jugar, el material, el tiempo para comer, servir su propia comida, conducir su tiempo y sus relaciones de amistad. Son experiencias educativas simultáneas donde pueden actuar con libertad y autonomía en los espacios de la escuela.

A mediados de marzo de 2020, debido a la pandemia de la COVID-19, se suspendieron las clases en la ciudad de São Paulo. En abril, el Ayuntamiento de São Paulo implementó la enseñanza a distancia, nuestros encuentros con los niños y sus familias serían a través de plataformas digitales, con el apoyo del “Caderno Trilhas de Aprendizagens” (São Paulo, 2020). Nosotras, las educadoras, estábamos desconcertadas con esa nueva forma de hacer educación infantil, porque no concebimos una escuela a través de pantallas, en la que las relaciones humanas no sean efectivas, sentidas y vividas.

Así, antes de pensar en alternativas pedagógicas, decidimos escuchar y acoger a los niños y sus familias. Construimos dos cuestionarios, uno para los niños y otro para las familias, para que escribieran sus dificultades, pero también maneras de llevar a cabo juntos la enseñanza a distancia. Publicamos los dos cuestionarios en la página de la red social de la EMEI Jardim Monte Belo, el 17 de abril de 2020. De los 420 niños y familias, recibimos 50 cuestionarios contestados por los niños y 70 por las familias.

A partir de los datos obtenidos se desprende que el 31 % de las familias respondieron que necesitaban la ayuda de la escuela para sugerir actividades de ocio, cuentos o juegos para hacer con los niños en casa. El 24,3 % respondió que no tienen material escolar para realizar las actividades. El 20 % de las personas señalaron la preocupación por la garantía de ingresos para mantener a la familia en este momento. Además, destacamos que el 10 % dijo no tener un espacio físico adecuado en casa para jugar, principalmente con la mayor libertad de movimiento que piden algunas actividades.

Observamos que el 84 % de los niños estaban al cuidado de sus madres. También destacamos los datos relacionados con los sentimientos de los niños, en ese momento de aislamiento social y de amenaza del coronavirus, decían estar tristes, angustiados, cansados, echando de menos la escuela, a sus compañeros y maestras, pocos respondían estar contentos de no “tener que salir de casa” o de “poder quedarse en casa con la familia”.

Para planificar la enseñanza a distancia nos preocupamos de no invadir la casa de las familias dictando normas. Queríamos respetar la diversidad cultural del hogar, entendiéndolo como un lugar de convivencia, educación y cuidado, alimentación y descanso. Teníamos que pedir permiso para entrar, así que en el cuestionario elaborado para los niños incluimos la pregunta: “Queremos llevar un poco de la escuela a tu casa. Dinos cómo podemos entrar”.

Con las respuestas obtenidas nos dimos cuenta de que debíamos planificar una escuela a distancia colectiva, participativa, acogedora y que tuviera en cuenta la diversidad, por lo que la prioridad era pensar en estrategias para garantizar el bienestar y la protección de los niños y sus familias. Todos los días, a través del teléfono, las familias se ponían en contacto con nosotros en busca de información sobre las ayudas financieras del gobierno. El Gobierno Municipal había lanzado el programa “Cartão Merenda” (tarjeta almuerzo), una ayuda de 63,00 R$ para alimentar a los niños durante la situación de emergencia a la que se enfrentaban por la pandemia del coronavirus, inicialmente sólo se contemplaron 170 niños en nuestra escuela. Esto hizo que 250 niños quedaran fuera del programa. Así, no podíamos pensar en la enseñanza a distancia sin pensar en la forma de poner comida en los platos de esos niños.

“No podíamos pensar en la enseñanza a distancia sin pensar en la forma de poner comida en los platos de esos niños”

“Recogimos los artículos de papelería del colegio y los repartimos entre todos los niños para que pudieran jugar, dibujar y pintar ejercitando todas sus capacidades creativas”

Así que recolectamos y distribuimos cestas de alimentos básicos para la comunidad escolar. En este cometido, recibimos la ayuda de Organizaciones Sociales que donaron alimentos, libros y productos de higiene, ayudándonos a llegar a un mayor número de familias. También fabricamos mascarillas para niños y adultos para protegerlos del coronavirus.

Tal y como se señalaba en los cuestionarios, los niños no disponían de materiales para llevar a cabo las experiencias educativas en casa, por lo que recogimos los artículos de papelería del colegio y los repartimos entre todos los niños para que pudieran jugar, dibujar y pintar ejercitando todas sus capacidades creativas, construyendo relaciones, arte y cultura en sus hogares. También hicimos pequeñas bolsas de tierra para que el niño la sintiera, la tocara y la oliera.

Los medios de subsistencia y la alimentación fueron temas de gran relevancia para las familias. Así, nos articulamos para que los ejes de la alimentación, la educación y el cuidado formarán parte de nuestro hacer pedagógico a distancia. La comida se concibió como un proceso afectivo, acogedor, de cuidado colectivo, dialogante y que humaniza.

“Nos articulamos para que los ejes de la alimentación, la educación y el cuidado
formarán parte de nuestro hacer pedagógico a distancia”

Paralelamente, realizamos acciones formativas con las familias para orientar y motivar conversaciones sobre diferentes temas que ayudaran en la educación de los niños, tales como: infancias, juegos, relaciones de género, relaciones étnico-raciales, sentimientos, identidad y autoestima, entre otros. También nos preocupamos de preservar la imagen de los niños, sus familias y las educadoras.

En ningún momento nos preocupamos por el feedback de las experiencias educativas, ya que no queríamos exponer a los niños ni promover la valoración individual, convirtiendo a los pocos niños con acceso a Internet en “pequeños youtubers”. Nuestras prácticas debían fomentar el estar con la familia, jugar, escuchar cuentos orales, ayudar en la organización del hogar, también nos preocupaba no sobrecargar a la madre-esposa que cuida de los niños, se ocupa del hogar y tiene tantas otras tareas.

“Nuestras prácticas debían fomentar el estar con la familia, jugar, escuchar cuentos orales,
ayudar en la organización del hogar”

Creemos en una educación relacional, en una escuela comunitaria, un espacio de política pública que llega a la periferia. Afirmamos el derecho del niño a estar en la escuela, la educación infantil va más allá de las “actividades didácticas”, y abarca las relaciones de cuidado, las interacciones y el juego, por lo que sabíamos que la educación a distancia no sería capaz de dar respuesta a la educación infantil. La educación a distancia se enfrentó a la realidad de cada familia y cada escuela, tuvimos que respetar los límites y establecer el apoyo y la empatía para todos y cada uno de los involucrados en este proceso.

“Creemos en una educación relacional, en una escuela comunitaria, un espacio de política pública que llega a la periferia. Afirmamos el derecho del niño a estar en la escuela”

Son muchos los interrogantes que surgen en este nuevo momento de incertidumbre: la posible vuelta a las aulas presenciales. Una vez más hay que escuchar a los niños, a las familias, a los profesionales de la educación, de la salud y de la asistencia social, será necesario un diálogo intersectorial y un trabajo articulado para el cuidado, la educación y la protección de nuestros niños. Ya estamos pensando y preparando nuevas acciones, el viaje continúa, ¡sigamos!

Equipo EMEI Jardim Monte Belo

Nota
1. Este artículo es el resultado del trabajo colectivo de 18 educadoras que forman el equipo de la EMEI (Escuela Municipal de Educación Infantil), de marzo a agosto de 2020. La sistematización del relato y la versión final del artículo fueron responsabilidad de: Amanda da Silva Lopes, Aline Ariane Jacob, Cristina da Silva Ferreira Freire, Dalete Teixeira Lima Santana, Daniela Lopes Borborema, Doralice Aparecida de Andrade, Edvania Luisa de Morais Vilas Boas, Elaine Cristina Nunes da Luz, Juliana Soares do Nascimento, Karina dos Santos Cabral, Kelly Cristina Graciano, Marineide Rosa dos Santos Salustiano, Roseli Zaparolli, Sandra Cavalheiro de Camargo, Sandra Francisca de Oliveira Silva, Sara Maria do Carmo Souza Rosa, Silvia Cavalheiro dos Santos Melo, Valéria Marques Mendes.

Bibliografía
BOCK, Ana Mercês Bahia; GONÇALVES, Maria da Graça Marchina; FURTADO, Odair (orgs.). Psicologia Sócio-Histórica: uma perspectiva crítica em psicologia. 5ª Ed. São Paulo: Cortez, 2011.
CORSARO, W, A. Sociologia da Infância. Trad. Lia Gabriele, R. Reis; Revisión técnica Maria Letícia B. P. Nascimento. Porto Alegre: Artmed, 2011.
NASCIMENTO, M. L. et al. Infância e sociologia da infância: entre a invisibilidade e a voz: relatório de pesquisa. 1ª Ed. São Paulo: FEUSP, 2013. v. 1. p. 164.
QVORTRUP, J. A infância enquanto categoria estrutural. Educação e Pesquisa, São Paulo, v. 36, n.2, p. 631-643, mayo/ago., 2010.
ROSEMBERG, Fúlvia. Educação: para quem? Ciência e Cultura, São Paulo, nº 28 (12), p. 1467-1471, 1976.
SÃO PAULO (SP). Secretaría Municipal de Educación. Coordinación Pedagógica. Trilhas de aprendizagens: brincadeiras e interações para crianças de 4 a 5 anos. – São Paulo: SME / COPED, 2020.
VYGOTSKI. L. S. Formação social da mente. São Paulo: Martins Fontes, 1996.

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