La semana pasada, en la Escola d’Estiu, llevé a cabo la formación “Escriptura i situacions d’aprenentatge a l’Educació Infantil: Què podem imaginar?”. Sin duda fue una oportunidad importante para todas las personas participantes de reflexionar conjuntamente y en profundidad sobre un tema que, por muchas y diferentes razones, en el segundo ciclo de Educación Infantil sigue siendo muy relevante (y también controvertido).
El discurso desarrollado durante la formación, obviamente, estaba estrictamente conectado con mi nuevo libro “Més enllà de la ‘lectoescriptura’ a l’Educació Infantil”, recién publicado por Rosa Sensat en mayo de este 2024. El eje vertebrador de ese discurso, respaldado por referencias constantes a la cultura más actual, acertada y compartida en el ámbito educativo internacional, se basa:
- De un lado, en el firme rechazo de las prácticas más comunes que la mayoría de las escuelas adopta para que niños y niñas aprendan a escribir “cuanto antes mejor”, valorando exclusivamente el dominio de la habilidad en cuanto supuesto requisito indispensable que hay que conseguir a toda costa a través de actividades repetitivas, descontextualizadas y sin sentido, que no son mucho más que formas de adiestramiento mecánico;
- Del otro, en la propuesta de un planteamiento educativo que en Educación Infantil debería valorar por encima de todo la construcción de significados con respecto a la escritura, entendida como un recurso fundamental que permite interactuar con protagonismo activo con los demás, la propia realidad y, más en general, con el mundo y la vida misma.
¿Qué significa construir significados con respecto a la escritura?
Significa primeramente descubrir y vivenciar las múltiples potencialidades y posibilidades que este medio proporciona en diferentes ámbitos de la experiencia humana, tanto a nivel comunicativo cuanto creativo y expresivo. Y ese descubrimiento se debería llevar a cabo en contextos reales, conectados con experiencias auténticas vividas por niños y niñas. Es decir, en contextos que corresponden a las que el nuevo Currículum define “situaciones de aprendizaje”.
¿Para construir esos significados es necesario dominar la habilidad con antelación?
No, ¡en absoluto!
Aquí está la parte del discurso que quizás resulta más complicado entender, pero la verdad es que corresponde a un cambio de paradigma educativo con respecto a la relación enseñanza/aprendizaje que ya lleva décadas siendo aceptado y valorado, como testificado por esta cita de Mequè Edo, sacada de un artículo de 1997 publicado en la revista Infancia de Rosa Sensat: «Algú pot dir: però si l’infant encara no domina les eines, com podrà captar la situació i participar-hi? Aquest és, al meu entendre, un dels canvis més suggestius de la nova concepció. No cal esperar que l’infant tingui totes les habilitats desenvolupades; allà on ell no arribi, hi haurà un adult interactuant. No cal que els nens dominin totes les eines amb anterioritat. Al contrari. Cal que l’infant es trobi immers en situacions que li plantegin reptes i que, mitjançant l’actuació conjuntament amb l’adult, li permetran conèixer i apropiar-se —des de la mateixa situació— tant de les eines com de la seva funcionalitat.»
En plena coherencia con esta idea, durante la formación presenté muchos ejemplos prácticos de situaciones cotidianas que se pueden aprovechar, y también de contextos reales que se pueden crear, para que niños y niñas realmente descubran, vivencien y construyan significados con respecto a la escritura y a todo lo que permite para interactuar y relacionarse con la vida.
Lo más importante de todo, que también es lo que más me alegra, ha sido el hecho de que cada persona participante realmente ha llegado a interpretar esos ejemplos no como modelos aptos para “copiar y pegar” en la propia escuela, sino que como inspiración posible para crear las propias situaciones de aprendizaje, coherentes con la propia realidad y las características del propio alumnado. Estoy totalmente convencido de que ¡es lo que debería pasar en cualquier formación!