En la iniciativa de Las Violeteras las madres se suben a un escenario y, a través de los cuentos, educan a sus hijas e hijos en igualdad.
Él y otros cientos de niños y niñas de la comunidad educativa de Casar de Cáceres acuden con expectación a las representaciones de cuentos de Las Violeteras para avanzar en la igualdad de género. Esta iniciativa es posible gracias a un grupito de madres que organizan y ensayan dos cuentos al año, con representaciones dentro y fuera de nuestra localidad, con muchísimas ganas y cada vez más tablas y profesionalidad en el escenario.
Algunas de las obras representadas han sido Arturo y Clementina, Rosa caramelo, La historia de los bonobos con gafas, Por cuatro esquinitas de nada, Un tractor muy muy ruidoso…, todas ellas de distintos autores y autoras preocupados por la igualdad.
Cuando el trabajo es ilusionante, las familias se implican tremendamente: entre todas preparamos el vestuario –que muchas veces pasa por recortar goma Eva para las caretas–, pintamos los decorados, nos encargamos de las luces, del sonido, etcétera, poniéndolo todo a punto para que cada representación sea todo un éxito.
La idea surgió hace cinco años de un proyecto comunitario, «Hacia el buen trato desde el ámbito educativo y local. El Calendario Violeta», en el que están involucrados todos los centros educativos del municipio y algunas entidades locales.
Pero lo más importante es la reflexión sobre coeducación que se suscita en la preparación de cada obra, los cambios que poco a poco van y vamos experimentando las familias y profesionales que estamos al lado. Es increíble ver cómo los juegos, el buen trato, el lenguaje inclusivo, etc., va calando en niños y niñas de muy corta edad, y eso es un síntoma inequívoco de que el trabajo que se está haciendo está bien hecho.
Hay dos fechas especialmente relevantes: el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres, y el 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres. Entonces el trabajo es casi frenético por la cantidad de representaciones que realizamos en otros coles, parroquias, cpr, asociaciones de vecinos, etc.
Vamos a donde nos llaman. Nos basta la idea de hacer llegar que otro mundo es posible, un mundo donde la igualdad de género sea un hecho y no papel mojado. Con eso ya tenemos el impulso necesario para seguir adelante.
En muchas ocasiones, la mirada, el gesto y las expresiones de niños y niñas en el debate después de las representaciones nos marcan el punto de comprensión de la obra y hacia dónde tenemos que ir.
El Calendario Violeta se ha convertido en un referente en Extremadura, por la implicación de toda la localidad en el proyecto que se está llevando a cabo, y ha sido galardonado y reconocido con premios regionales y nacionales.*
Lo que no se ve en los galardones es el trabajo que hay detrás, el esfuerzo de muchas personas empeñadas en que los niños y las niñas de Casar de Cáceres crezcan en un ambiente de tolerancia y respeto a los derechos y libertades fundamentales, y en sensibilizar y formar a la comunidad local para avanzar en la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y para eliminar las violencias contra las mujeres y las niñas.
En la iniciativa de Las Violeteras son las madres esencialmente las que, de la manera más sencilla, efectiva y a través de los cuentos, educan a sus hijas e hijos en igualdad, aunque para ello se tengan que subir a un escenario. ¡Eso sí que es arte!, pero del bueno.
Artemia Rey Romero, Consejo de redacción de Infancia de Extremadura.
Nota
* Premio Menina 2016 a la buena práctica en el ámbito local para la eliminación de la violencia de género por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la femp.
1.er Premio San Pedro de Alcántara 2017 a la Innovación Local enIgualdad de Género, por la Diputación Provincial de Cáceres.
1.er Premio Estatal de aps 2017 en la modalidad de Igualdad de Género.