La vida está continuamente ofreciéndonos oportunidades de jugar, de experimentar, de manipular, de observar…, y eso lo saben perfectamente los niños y las niñas. Son los que tienen unos ojos increíblemente abiertos y una mente despejada para ver eso: ¡la oportunidad!
En nuestras escuelas esto sucede continuamente, pero hay que abrirse para poder dar esa oportunidad, apartar la programación y ser flexible.
Un día de febrero, de esos fríos, muy fríos de Segovia, apareció todo cubierto de nieve, muchísima nieve. Y ya sabemos todos que la nieve tiene magia, y mucha más para los pequeños.
Esa mañana, cuando estábamos ya en clase, no podían parar de hablar de ello, de lo que habían hecho y de lo que iban a hacer.
De pronto surgió la gran pregunta: «Seño, ¿por qué la nieve es blanca?»
Explicación de la profe: «……………..»
Y a continuación la sugerencia: «¿Hacemos nieve de colores?»
Dicho y hecho, en un momento nos pusimos manos a la obra.
Aquí podéis ver cómo lo hicimos y cómo disfrutaron.
Con los niños y las niñas casi todo es posible, hasta ver nieve de colores.
Quiero añadir cómo sabemos que esa experiencia fue apasionante para ellos, ya que al día siguiente un niño, nada más entrar en el cole, mientras estaban en las perchas, le dijo a un compañero que no vino: «Oye, ¿sabes? Ayer pintamos nieve y ¡moló mucho!»
Eso sí que mola, saber que a los niños les mola.
Mª Ángeles Gutiérrez Jimeno, Consejo de redacción de Infancia en Castilla y León.
