¡Cuántas veces hemos deseado una pausa en nuestra vida! Tiempo para respirar, para comer en algo más de diez minutos, para disfrutar de nuestros hijos e hijas, mirarlos a los ojos, acariciarlos, desayunar juntos sin necesidad de mirar el reloj. Tiempo, tiempo, tiempo… no tengo tiempo para estar contigo, para escucharte, para hablarte sosegadamente, no tengo tiempo para contemplar tus pasos, tu vida que es mi vida, no tengo tiempo para ser, porque todo mi ser está en el deber de hacer.
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