Después de quince años de experiencia como maestra de Infantil, hace cuatro cursos aterricé en el ceip Estela de Zurita. Este centro me ha hecho reflexionar sobre mi práctica educativa y me ha demostrado que debemos quitarnos los disfraces de educadores para vestirnos con los trajes de aprendices, porque tenemos a los mejores maestros y maestras: las criaturas que acuden cada mañana a nuestras clases de infantil. Ellas me han mostrado el camino a seguir en el día a día, consolidando el proyecto educativo del centro.