Los recursos digitales con la etiqueta «robótica educativa» o «Steam» son muy abundantes en la red y, en la mayoría de casos, están ligados a empresas y marcas comerciales que promocionan sus productos. Esta presencia masiva de robots de mil clases –pero con la misma mecánica–, a menudo con un coste inasumible para los centros educativos, no debe alejarnos de poder utilizar el lenguaje computacional como fuente de aprendizaje y desarrollo de estrategias y habilidades tan importantes en los niños como son el pensamiento lógico, la resolución de problemas, la creatividad o la estructuración espacial y temporal.