Los educadores pensamos y repensamos actividades para que se generen productos de aprendizaje, actuaciones maravillosas, y seamos capaces de visualizarlas y registrarlas. Pero la infancia, como cultura diferente, ni piensa ni tiene la necesidad adulta, porque para ellos el juego forma parte de su vida, como el ritmo de su corazón.
Vols llegir aquest article? No esperis més i fes-te subscriptor de les nostres revistes!