Cada curso escolar, un nuevo grupo de niños y niñas se incorporan a la escuela con 3 años. Se abre un abanico de expectativas tanto para las familias como para el personal educativo. Es por ello fundamental que ambas partes tengan claros algunos aspectos para comenzar este camino de la forma más favorable posible, con el único fin de que la infancia sea elevada al lugar que le corresponde.