De un día para otro, el mundo cambio, el 2020 trajo consigo un enemigo invisible que modificó por completo todas nuestras actividades. Salir era peligroso y nuestra casa se convirtió en un espacio seguro en el cual se concentrarían todas las actividades cotidianas.
En Ecuador, la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19 generó en el mes de marzo la cancelación en primera instancia de las actividades escolares y posteriormente la paralización de la mayoría de actividades económicas.
Es así como los centros educativos se vieron obligados a cerrar sus puertas y modificar su forma de enseñar incorporando herramientas tecnológicas y convirtiendo a los padres de familia en participantes activos del proceso educativo. Comenzaba entonces la llamada “nueva normalidad” en la educación.
Inmersos, en esta realidad los Centros Infantiles del Municipio de Rumiñahui, un cantón ubicado al suroriente de la provincia de Pichincha, comenzaron a reorganizar su proceso educativo. Sin mayor conocimiento de lo que significa implementar sistemas de teleducación o educación virtual, las 33 educadoras, 9 coordinadoras y 5 auxiliares pedagógicas de los 9 centros infantiles pertenecientes a este cantón se motivaron para generar propuestas con carácter didáctico y continuar con la atención a los más de 650 niños y niñas, cuya edad se encuentra entre los 3 a 5 años.
Asumir este reto exigía generar cambios, tanto en el pensamiento como en el accionar docente. Repensar la educación, plantear propuestas y formas de enseñar que aseguren los procesos para el desarrollo integral de nuestros niños se convirtió para la comunidad educativa de Rumiñahui en una prioridad.
En primer lugar, fue importante tomar en cuenta los datos estadísticos que revelan aspectos socioeconómicos de las familias de los niños, pues dieron pistas de cómo organizar las actividades en base al acceso que cada familia tenía a la tecnología.
A la escasa conectividad, el acceso limitado a dispositivos tecnológicos que tanto la familia como educadoras presentaban, se sumó la falta de conocimiento para la implementación de educación virtual y el teletrabajo. Dificultades que debieron ser superadas casi de inmediato con el afán de continuar con los procesos de aprendizaje, y mantener la comunicación directa así como brindar apoyo emocional y psicológico a los niños y sus familias.
Con los cuestionamientos latentes en el equipo de profesionales, acerca de la pertinencia sobre, ¿qué herramientas tecnológicas podrían ser aplicadas con la población infantil?, se implementó para las educadoras procesos cortos de capacitación a través de tutoriales y reuniones vía zoom, más con el apoyo del Departamento de TICs del Municipio se acordó utilizar, Zoom, Whatsapp, YouTube, Canva e Inshoot, para diseñar, producir y aplicar en los procesos educativos e informativos.
Es así como las llamadas telefónicas, el chat y las videollamadas, se convirtieron en canales de información, que permitieron orientar a los padres y madres de familia en el cómo se llevaría a cabo las actividades lúdicas con los niños. En algunas ocasiones, cuando no fue posible utilizar estos medios, las educadoras generaron encuentros presenciales con los miembros de la familia en las instituciones escolares, con el fin de explicar personalmente los procesos a seguir.
Durante estos encuentros, el diálogo permitió ir más allá de las orientaciones didácticas e informativas propias de la situación actual, se reconoció, que la casa no es la escuela, y que los padres no son maestros, llegando a un acuerdo, “no trasladar el aula al hogar”. Con esta mirada común, la decisión fue configurar un plan sencillo con sustento técnico cuyo contenido debía ser de carácter informativo y educativo, apoyados en la aplicación de algunos medios tecnológicos.
La gestión curricular, es una tarea de la educadora infantil, la dinámica de su aplicación gira en función de los niños y niñas y su contexto, de manera secuencial, sistemática, en atención al logro de los objetivos curriculares pertinentes. Tal como señala en el Currículo de Educación Inicial del país “todos los niños son seres biopsicosociales, son únicos”, les ubica como “actores centrales del proceso de enseñanza aprendizaje, son sujetos de aprendizaje desde sus necesidades, potencialidades e intereses”.
Sin dejar de lado este propósito, la planificación para la emergencia, exigía priorizar la realidad actual de los niños y sus familias, identificar lo esencial del currículo, generar experiencias de aprendizaje mínimas necesarias a partir de los intereses de los niños, fortalecer su autonomía, su equilibrio emocional, a través de actividades lúdicas mediadas por la tecnología.
Aquí, nuestra propuesta que se ejecutó con los niños, y la participación de la familia y educadoras. Se estructuró dos bloques de contenidos.
1. Comunicación y contención a padres, madres y niños, el propósito de su implementación es de carácter informativo, educativo en búsqueda de fortalecer y sostener los vínculos familia-escuela.
- Protocolos de higiene tanto para los espacios físicos del hogar, como de los miembros de la familia.
- Protocolos de seguridad, y contactos telefónicos en caso de emergencia.
- Actividades a realizarse con los niños.
- Sugerencias para el control de emociones.2. Experiencias de aprendizaje con los niños, el propósito de su implementación es generar actividades lúdicas para los niños y continuar en el desarrollo de sus destrezas, cognitivas, motrices y afectivas.
- Sostener Rutinas.
- Conversemos.
- Contemos cuentos.
- Juguemos a…
- Hagamos juntos.
- Tú, yo y el arte.
Dinámica de las actividades
Así se estableció una dinámica de trabajo, entre lo virtual y lo presencial, en donde niños, niñas y familia podían seguir un cronograma en el cual se describía las actividades, los links de canciones sugeridas, los videos producidos, los cuentos en audio enviados por WhatsApp entre otros, permitiendo cumplir con el objetivo de llegar a nuestros niños, niñas, y terminar junto a ellos un año lectivo de forma diferente.
Un primer encuentro a través de la pantalla
Mirarnos a través de la pantalla, fue una experiencia realmente emocionante, mirarse, reconocer a los amigos, saludar a la profe, saludarse entre ellos y ellas, hablar y hablar incluso haciéndole partícipe a mamá y a papá; la intervención de la profesora, expresando sus sentimientos, animando, preguntando y escuchando a los niños, para canalizar sus intereses, emociones, inquietudes propias de las circunstancias. Así empezamos a utilizar las herramientas tecnológicas, en este caso la aplicación “Zoom” que permite interactuar a través de la pantalla, posibilitando a los grupos de niños, mirarse, conversar, y aprender.
Planificar es una actividad esencial en el rol de las educadoras infantiles. Este proceso permite determinar objetivos, actividades, recursos, tiempos de ejecución y actividades de evaluación, es una hoja de ruta que anticipa que hacer con el grupo de niños y niñas. Estos elementos, de acuerdo al currículo, pueden ser adaptados de manera que se asegure que el proceso de enseñanza aprendizaje sea óptimo. Esta flexibilidad ha permitido que, durante la emergencia generada por la pandemia, las educadoras puedan adaptar su planificación a las nuevas necesidades que presentan los grupos educativos. Las adaptaciones se realizaron pensando en mantener la calidad educativa a pesar de la incertidumbre que se vivía, entre los cambios realizados incluyeron uso de recursos tecnológicos, actividades interactivas y colaborativas, tiempos de ejecución diferentes, entre otros.
Conclusiones
Desde lo árido que puede resultar la ejecución de actividades escolares con los más pequeños a través de la pantalla de cualquier dispositivo, es necesario resaltar el ánimo y la dedicación de las educadoras, quienes han logrado romper con las distancia físicas, sostener emocionalmente a los niños y a sus familias, continuar siendo las ideólogas de lo que ocurre en la actualidad en el aula tecnologizada, son las que sin ser artistas, cantan, bailan y contagian a sus niños y niñas animándoles a demostrar todo su potencial.
El panorama sobre el retorno a los espacios escolares, no tiene fecha, por tanto consideramos pertinente implementar un proceso de capacitación sostenido y sistemático en el uso y aplicación de las Tic´s. Queremos ser optimistas, frente a esta situación, queremos seguir aportando con propuestas, pero reconocemos también que la educación no debe seguir confinada a una pantalla.
La otra pandemia, la economía familiar está afectada, papá o mamá, o los dos sin trabajo, educadoras y demás personal que labora en los centros infantiles han visto reducida su economía, este factor es determinante a la hora de implementar procesos de enseñanza aprendizaje; dispositivos, conectividad y uso de plataformas, son recursos que ameritan rubros económicos adicionales a los cotidianos, sin duda es un aspecto que pone en riesgo la calidad de los procesos educativos.
El Plan Educativo COVID-19, que ha sido implementado desde el Ministerio de Educación es un apoyo constante para las y los maestros, así como para la familia. Este portal cuenta con guías de enseñanza aprendizaje, televisión educativa, programas de radio.
Referencias Bibliográficas
https://educarecuador.gob.ec/category/noticias/noticias-destacadas/
https://educacion.gob.ec/plan-educativo-covid-19-se-presento-el-16-de-marzo/
https://www.educacionbilingue.gob.ec/ministra-de-educacion-habla-sobre-el-avance-del-plan-educativo-covid-19/
https://recursos2.educacion.gob.ec/encasa-inicial/
https://educarecuador.gob.ec/
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Dr. Miguel Palacios Varas
Director de educación, cultura, deporte y recreación
del GADMUR
Mgs. Ana Tacuri Velasco
Revista Infancia Latinoamericana – Ecuador