Hace más de cien años del nacimiento de Gloria Fuertes y queremos recordar su figura, y en especial su aportación literaria para los más pequeños.
Para dibujar un niño
Hay que hacerlo con cariño.
Pintarle mucho flequillo
–que esté comiendo un barquillo–;
muchas pecas en la cara
–que se note que es un pillo…
GLORIA FUERTES
¿Quién era Gloria Fuertes?
Gloria Fuertes nació en el barrio popular de Lavapiés, perteneciente al Madrid antiguo, en el año 1917. Su madre era modista y su padre conserje. Era la menor de nueve hermanos, seis de los cuales murieron de forma prematura. Hasta los catorce años asistió a varios colegios, uno de los cuales describe en un poema: «Me llevaron a un colegio muy triste / donde una monja larga me tiraba pellizcos / porque en las letanías me quedaba dormida». Asistió a un instituto de formación profesional y estudió mecanografía, taquigrafía, gramática,
literatura, higiene y puericultura. En torno a los cuarenta años, estudió biblioteconomía e inglés en el International Institute. Murió en noviembre de 1998.
Su vida profesional
Cuando fallece su madre, ella comienza a trabajar, a los diecisiete años, primero como contable, y después como secretaria en diferentes oficinas que ella define como «horribles». En 1960 imparte clases de literatura española en universidades de Estados Unidos. Durante todo este tiempo compagina su trabajo con su actividad literaria. A partir de 1972 le conceden la Beca March para Literatura Infantil, lo que le permite dedicar todo su tiempo a la literatura.
Su obra literaria
Su obra literaria es muy diversa y abarca poesía, teatro, ensayos, cuentos… Escribe tanto para mayores como para niños y niñas. Algunas opiniones consideran que no se ha hecho justicia en cuanto a la valoración de su obra: creen que no ha sido apreciada en su justa medida, en especial la literatura dirigida a los adultos.
Gloria Fuertes se define como «autodidacta y poéticamente desescolarizada». Su interés por las letras aparece ya de niña. Comienza a escribir versos a los catorce años, a los dieciocho edita los primeros y efectuó recitales de poesía en la radio. Por estas fechas da forma a su primer libro de poemas, Isla ignorada, que será publicado en 1950.
Su nombre ha quedado ligado a la generación de 1950 y al postismo, grupo literario de la posguerra. La vivencia de la Guerra Civil marcó su obra.
A lo largo de su trayectoria literaria, estuvo presente en diferentes medios de comunicación, prensa escrita (colaboró en varias revistas, y creó y dirigió otras), radio y televisión.
Su obra dirigida a niñas y niños
Aunque su obra siempre tuvo presente a los niños y niñas, fue a partir de la década de 1970 cuando aparecen muchas de sus poesías, cuentos, adivinanzas, etc.; dirigidas a la población infantil.
Fue muy famosa y querida por los niños y niñas, y su sencillez de lenguaje, los juegos de palabras que realizaba así como la humanidad que transmitían sus personajes se hicieron presentes en el mundo infantil.
En 1939 fue redactora de la revista infantil Maravillas, donde publica semanalmente cuentos, historietas y poesías para niños y niñas; también colaboró con otras publicaciones infantiles como Pelayos, Chicos, Chicas, Chiquitito y el diario Arriba.
Fue miembro del consejo de redacción de la revista de educación de preescolar Madrisas, editada entre 1974 y 1980, en la que se recogen versos y cuentos suyos, y organizó la primera biblioteca infantil ambulante para pequeños pueblos.
A mediados de la década de 1970, participó muy activamente en programas de televisión como Un globo,
dos globos, tres globos y La cometa blanca.
Recibió varios premios de literatura infantil, pero fue la Beca March para Literatura Infantil, recibida en 1972, lo que le permitió dedicarse exclusivamente a la literatura. En definitiva es a partir de estos años cuando pasa a ser considerada la poeta de los niños y a hacerse presente en los centros de educación infantil.
Su incidencia en la educación infantil
La revista Madrisas, a cuyo consejo de redacción pertenecía Gloria Fuertes, en su editorial del número 22 –febrero de 1976–, se posicionó apoyando las conclusiones del primer Simpósium sobre Guarderías y Jardines de Infancia organizado por el INCIE (Instituto Nacional de Ciencia e Investigación Educativa) en esas fechas. En dicha editorial, entre otras cosas, se dice: «La mayoría pudimos comprobar el titánico esfuerzo en favor de una nueva educación –educación en y para la libertad, educación a partir de la realidad, educación creativa– que las guarderías vienen desarrollando».
Su poesía, cuentos, adivinanzas y juegos de palabras contienen un lenguaje sencillo y muy cercano a los intereses de los niños. Es fresco, humano, transmite valores como la paz, en el cuento «La avestruz troglodita»; la ayuda al otro, como en la poesía del «Burrito cojito…»; comunica sentimientos y afectos, como en la «Canción del niño alegre», así como conocimientos y formas de hacer. En otros cuentos, como por ejemplo «El arroyo y la montaña», da vida a los animales y a la naturaleza: «El arroyo era un niño de agua,
su padre Lago y su madre Lluvia le criaron» (el cuento apareció por primera vez en la revista de educación preescolar Madrisas en febrero de 1975). Todas estas cualidades despiertan la curiosidad en los niños y las niñas.
El uso de sus poesías y narraciones favorece, entre otras cosas, ampliar el vocabulario, estructurar el lenguaje, así como el desarrollo de la memoria y la creatividad.
Finalmente, a modo de ejemplo y como homenaje a su empeño por estar cerca de niños y niñas con la calidez y sencillez de su obra infantil, transcribimos algunos fragmentos de su obra.
Acertijos
Anda, corre y salta
y no tiene pies.
Va de mano en mano
y no tiene manos.
Tiene cara de sandía,
y no tiene tía.
Le quiere el niño y el mayor,
y él no tiene corazón.
¿Qué es?
(El balón)
No hago ruido al caminar
–ando sin piernas–.
Tengo cuernos y no soy toro.
Yo no me mojo aunque llueva,
nunca salgo de mi casa,
sólo asomo la cabeza.
Duermo mucho, como hierba.
Me gusta el sol.
¿Quién soy?
(El caracol)
Juego de palabras
Doña Pito Piturra
Doña Pito Piturra
tiene unos guantes,
Doña Pito Piturra
muy elegantes.
Doña Pito Piturra
tiene un sombrero, Doña Pito Piturra
con un plumero.
La pata mete la pata
La pata desplumada,
cua, cua, cua,
como es patosa,
cua, cua, cua,
ha metido la pata,
cua, cua, cua,
en una poza.
¡Grua!, ¡grua!, ¡grua!
En la poza había un cerdito
vivito y guarreando,
con el barro de la poza,
el cerdito jugando.
El cerdito le dijo:
–Saca la pata,
pata hermosa.
Y la pata patera
le dio una rosa.
Por la granja pasean
comiendo higos.
¡El cerdito y la pata
se han hecho amigos!
A los niños
No crucéis atolondrados
Mirad bien a los lados.
Si se escapa la pelota,
párate en seco, ¡no cruces!
Te puedes caer de bruces,
y en la selva del asfalto
los tigres son autobuses
y los leones son autos.
Pienso mesa y digo silla
Pienso mesa y digo silla, .
compro pan y me lo dejo,
lo que aprendo se me olvida,
lo que pasa es que te quiero.
La poeta
La poeta se casó con el poeto
y en vez de tener un niño
tuvieron un soneto.
Consejo de redacción
de Infancia de Madrid
Más información: www.gloriafuertes.org