La humanidad es diversa. Los seres humanos compartimos la misma esencia, tenemos características que son inherentes a la condición humana, que nos hacen humanos, pero más allá de las características comunes a la especie, también somos diversos. Las costumbres y tradiciones son algunos aspectos que reflejan la diversidad que se expresan también en la diversidad social (carta de los Derechos Humanos de la ONU en 1948 y Declaración de la Diversidad Cultural de la Unesco que reconoce el pluralismo y la solidaridad).
El significado puede referirse al conjunto de cuestiones diversas, a la pluralidad, multiplicidad, variedad. Existen diferentes tipos de diversidad, cultural, sexual, biológica, funcional, lingüística, que se pueden reflejar y expresar en creencias, costumbres, tradiciones, arte, gastronomía, música, entre otras. Ahora ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de diversidad en educación? ¿Y más específicamente de Educación en la Primera Infancia?
La política educativa posibilita, o no, una educación diversa y multicultural cuando en el Estado existe legislación que permita atender estos aspectos. Tanto la legislación como las condiciones de trabajo, el ambiente y la propuesta educativa, la formación de los equipos, los recursos materiales hacen posible un trabajo desde esta perspectiva.
La importancia que en los planes de estudio se aborde y trabaje para una educación en la diversidad: hay poblaciones que no “aparecen”. Sexo, etnia, nacionalidad, edad son condicones o variables que deben tomarse en cuenta, y es preocupante que que haya determinados colectivos que no existen ya que sus realidades no aparecen en el sistema educativo o aparece desde la “protección” que conlleva una postura ideológica que les homogeiniza, normatiza y centraliza llevando a cierta desvalorización.
Pensar en la calidad de la formación y en la sensibilidad del equipo educador desde la conciencia de las infancias como sujetos de derecho con capacidades propias para reconocer sus necesidades y participar activamente en todo lo que le atañe. Tensionar entre atención individual y grupal teniendo en cuenta la heterogeneidad de cada niño y cada niña con sus cualidades específicas, propias de su personalidad, de su crecimiento y de su desarrollo, que se van transformando y que desde la educación es necesario escuchar e interpretar. Los centros de Primera Infancia deben brindar atención integral a niños y niñas diferentes y diversos, respetando esas singularidades para trascender así al racismo, la xenofobia y la discriminación en cualquiera de sus formas.
Educar en el contexto de un grupo no es una tarea fácil, implica respetar a cada sujeto evitando caer en generalidades normativas. Entonces, ¿qué se prioriza?, ¿se estimulará más al grupo que al individuo?, ¿cómo transitar las experiencias de grupo respetando las individualidades? ¿Cómo atender al mismo tiempo 10 o 15 niños/as (o más aún)?, ¿y cómo atender la demanda singular de cada una/o? Convivir con la diversidad es una buena forma de crecer y desarrollarse ya que enriquece la vida de las personas. El grupo permite a los niños y las niñas ampliar las relaciones sociales y enriquecerse con ellas. Conocer los contextos y la diversidad cultural, étnica, sexual, religiosa, ideológica, territorial, social conecta la vida de las comunidades y de las familias con la vida del centro. Es así que cuanto más diversidad mayor riqueza en la vida de las infancias y de sus familias siempre y cuando las mismas sean consideradas y tenidas en cuenta.
La defensa y el respeto por la diversidad como imperativo ético, inseparable del respeto por la dignidad de las personas, se transmite a través de las acciones y de las propuestas más que con las palabras. Las diversidades amplían las alternativas, alimentan capacidades y valores humanos como la solidaridad, la empatía y la convivencia. En tiempos en que una vez y otra más, se pone en cuestión la convivencia y la paz, en un mundo globalizado, con altos niveles de movilidad humana, este imperativo ético, también es político, y por tanto pedagógico.
Para este número, invitamos a hacer visibles experiencias educativas que apunten a la promoción de la convivencia, la atención a las diversidades y el enriquecimiento que ello produce.
Consejo de redacción de Uruguay
